miércoles, 12 de febrero de 2014

EL PAPA PERONISTA COCINA A FUEGO LENTO A SERGIO MASSA

EL QUE ESPERA DESESPERA

Sergio Massa -a pesar de haber solicitado formalmente diversas audiencias con el Santo Padre- nunca logró ser recibido por Francisco.
La agenda oficial del Sumo Pontífice parece no tener lugar para el líder del Frente Renovador.
El tigrense hasta ahora solo llegó a conseguir unas cuantas fechas provisorias para ese encuentro, sin embargo ninguna fue confirmada y menos aun concretada.
Las visitas truncadas no son casuales, sin dudas el Papa Francisco guarda en su memoria la desleal maniobra de Jorge O’Reilly, hombre del riñón del ex intendente de Tigre, que cuando fue asesor del entonces Jefe de Gabinete K, propuso en una reunión reservada en la sede de la Nunciatura Apostólica correr a Jorge Bergoglio de la relación entre el Gobierno y el Vaticano, a su vez el millonario miembro del Opus Dei se proponía como embajador en el Vaticano, pretensión vedada por CFK y festejada por Bergoglio.
Llamativamente -a casi un año de la asunción papal- el jesuita no ha recibido al ex UCeDe, mientras si ha accedido a ver a políticos de todos los sectores del poder local.
El Papa Peronista tiene preparado un sendero sinuoso y empinado para que Massa logre la tan ansiada reunión
Como si lo de O’Reilly fuese poca cosa, Massa también carga sobre su mochila impulsar el plan que tenía como fin remover a Bergoglio de la Arquidiócesis porteña y “liberarla” para el sector conservador, donde era propuesto el actual titular de la diócesis Zárate-Campana y ligado al Opus Dei, Oscar Sarlinga. Para cumplir este objetivo, el tigrense integraba la alianza antibergogliana junto a los arzobispos de La Plata Héctor Aguer y de Rosario José Luis Mollaghan, ello con el visto bueno desde Roma del entonces embajador argentino de la Santa Sede Esteban Caselli y del cardenal Angelo Sodano, que por aquellos tiempos era secretario de Estado Vaticano y llave directa a Benedicto XVI.
Un apartado especial merece el arzobispo Héctor Aguer, ya que el reconocido líder de los obispos conservadores, también -como Bergoglio- supo pisar terreno sanmiguelino; así mientras -en los 80- el hoy Para Francisco era rector del Colegio Máximo de San Miguel, su archienemigo, Héctor Aguer, era Capellán del Colegio Don Jaime, de Bella Vista, donde estrechó vínculos con el actual intendente “renovador”, Joaquín De La Torre, que forma parte de la mesa chica del armado de Sergio Massa y que de esta forma le pone alguna piedra mas al difícil camino del tigrense hacia la Santa Sede.
Sin dudas este reiterado desencuentro aleja cada vez  mas a Massa de Balcarce 50 y la distancia también se agranda para De La Torre en su pretensión de llegar a La Plata.

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